Por lo menos una vez al mes debes revisar el estado de tu motor, que esté limpio y con todos sus niveles de líquido donde corresponde.
Si el motor está lleno de polvo, basta una limpieza de media hora con un trapo seco. Lo principal es asear las partes superiores.
En caso de Fuga de líquido o aceite, límpiala y luego lleva el auto al mecánico para que solucione el problema.
Periódicamente debes revisar la varilla que indica el nivel de aceite. Fíjate que esté bien ubicada y que marque correctamente.
Si tu motor está muy sucio, lo mejor es lavarlo con agua a presión, pero debes tratar de no tocar las partes eléctricas con el chorro de alguna pistola o manguera.
Si tu vehículo está perdiendo aceite, situación que puedes detectar al momento de estacionar, abre el bonete o capó y revisa si se trata de alguna parte del motor que debe ser reemplazada
El líquido anticongelante se debe cambiar cada año, para alargar la vida de tu motor.
Los bordes de la batería también hay que considerarlos. En caso de que presenten ácido lo mejor es lavarlos con cepillo y abundante agua.
Revisa el arnés o el plus eléctricos constantemente. No debe ser pelado ya que podrían ocasionar un corto circuito.
Chequea visualmente el estado de las correas del motor; si están agrietadas la solución es cambiarlas. Cabe mencionar que actualmente hay modelos que no tienen correas.